jueves, 9 de abril de 2020

Encierro

Abril de 2020, mucha parte de la población mundial se encuentra encerrada, confinada, recluida y como muchos de ustedes, yo también me puse a hacer algo que hacía tiempo no hacía. Pensar, reflexionar, volar en nuestra propia conciencia y dejarnos llevar hasta lugares que lamentablemente la internet, la era digital y un sin fin de pelotudeces nos robó. Tampoco voy a adjudicar mi ausencia narrativa de estos años al Youtube o Facebook, o a la infinidad de material inútil y útil que hoy día rebalsan las redes. Hoy tenemos tiempo, tiempo que normalmente ocupamos en hacer nada. Porque hoy, en época de cuarentena, todo el tiempo es nada. Entonces luego de hacer nada una hora a la mañana y otra hora luego de desayunar, nos queda todo el día para hacer algo o nada. Y seguir haciendo nada, nos hace pensar.

Comencé a escribir mis primeros relatos y pensamientos cuando me encontré en una situación parecida a la de hoy. Encerrado. Entrenaba volley 2 veces al día en un equipo de 1ra de Italia y si no estaba en el club o en el restaurante, el resto del día estaba en mi casa. Hace 10 años tener acceso a internet no era algo normal o común. Entonces empecé a ocupar mi tiempo libre, escribiendo pequeñas anécdotas.  Debo admitir que mi situación económica en esa época era muy justa, e ir de compras o al cine o el consumo, estaba fuera de mis posibilidades. Estaba de prestado en este equipazo, haciendo la pre temporada mientras un supuesto manager me estaba consiguiendo un club donde aterrizar. Luego de un mes, y por mis propios medios, había firmado mi primer contrato como jugador en la liga italiana. Cumplí mi sueño de infancia y el Volley Veroli 2000 contaba con un nuevo refuerzo. Ahora estaba en un equipo de 4ta división de la liga Italiana y entrenábamos 3 veces por semana mas el partido del domingo. Tres veces por semana, si por semana. Ahora si tenía todo el tiempo del mundo y solo 3 horas de internet al día.  

Este post trata de las veces que tuve que vivir un encierro involuntario. Mi encierro, hasta la fecha, de máxima duración se había producido en una pequeña casita donde vivía en un pueblito minúsculo de Italia. Estuve 2 días completamente sin poder salir de la cantidad de nieve que había caído. Al vivir en un lugar desolado y poco comunicado, se habían bloqueado las calles, y accesos al pueblo.  Hasta se me habían congelado las cañerías y ni agua me salía. De este encierro salieron al menos 10 textos para este blog, incluido mi primer Cuento.
Se me ocurre algún encierro momentaneo en algún baño, por problemas con el picaporte, también el conocido encierro en el ascensor. Quien no ha sufrido uno de estos? Debo decir que genera mucho mas pánico cuando el ascensor es moderno y hermético porque no se te ocurre por donde salir. Luego están los encierros por algún delito, en mi caso fue por algo menor, pero me tuve que comer 6 horas en una celda en un pueblo de Australia.
Y luego están los encierros que mas me gustan. Ya es todo un clásico que cuando voy de visita a Barcelona, Juan y Alba me abren las puertas de su casa. Hace prácticamente 10 años que ya no vivo en la ciudad catalana y ellos me reciben año tras año con mucho amor. Y también es todo un clásico que cuando Juancito sale para irse a trabajar, además de llevarse la copia de mi llave del apartamento, cierra la puerta de la casa al salir.  Y no lo hace a propósito pero, por su manera de reírse cada vez que lo llamo desde dentro, me entra la duda.

_  che boludo otra vez me dejaste encerrado!!, donde esta la copia? _le digo casi enojado.

_ uyyyy Juli, disculpa…… jajajajaj que pringao!! Te quedaste adentro!!_ me dice cagandose de risa.

_ no boludo , no me quedé adentro, me dejaste adentro, vení a abrirme!_ le tiro ya sabiendo su respuesta.

_ jajajaja jajaja Juli salgo a las 4 del laburo y luego quiero ir a comprar unas cositas, asi que nos vemos mas tarde_ me dice sin ningún gramo de culpa.

Así que me toca esperarlo , y lo peor es que la heladera estaba vacía. Así que cagado de hambre lo espero para luego cagarnos de risa un buen rato juntos. Luego me descargo ganándole todas las partidas al Backgamon.
Alba y Juan no son mis únicos amigos que me reciben. Fede y Anita, Marquitos, Seba, Dami, el Rafa, el flaco Hernan, son otros grandes amigos que siempre tienen un hueco para mi en Barcelona.

En Madrid tengo la suerte también de contar con una buena cantidad de lugares donde dormir y parar cada año que voy de visita.  Mati Dumont, hace ya mas de 15 años que me banca y me recibe y siempre me brindó un lugar. Desde que compartía piso, desde que convivía con alguna novia, o hasta la fecha que vive con su mujer Reichel y sus 2 hijos, siempre y con mucho amor el narigón esta disponible para juntarse y hacer algún plan. Ni hablar de Juanchi Vazquez, ya nombrado varias veces en este blog. Se mudó a Madrid persiguiendo una falda. Racinguista sin igual, hijo de Il Salvatore, apodado ex fasti (dioso), y 1,60 de puro amor. Hoy esa falda (Yolanda) se convirtió en su gran amor y juntos hacen una pareja hermosa. Yoli para los amigos, amante de la birra y el buen comer cuenta con una de las mejores heladeras que conozco. El sector embutidos me vuelve loco. Siempre cuenta con algún producto de su pueblo, o quesito interesante para picar.

Otro gran anfitrión y gran amigo, es el conocido Pol. Pablo Henrique, también ¨famoso¨ en Por las nubes… me recibe siempre y no solo a mi sino también a mis amigos. De corazón sin limites y humorista natural e indeseado  
Luego de una noche clásica de playstation, birras, petas y risas, amanecía en el sillón de Pol. Todavía recuerdo la de goles que me hizo Mati y el premio del mas burro una vez mas era para Juanchi. 

Bueno paso a comentarles la situación. Corría el año 2015 y como todos los meses de Mayo voy de visita a España. Por esos días me estaba quedando en la casa de Juanchi y Yoli y mis cosas las tenia ahí. Lease, valija, mochila, compu, cargador y cepillo de dientes.  Esa noche, luego de la juantada con los chicos, decidí quedarme en lo de Pol ya que era mas cómodo para que Juanchi y Mati se volvieran en moto. Yo al otro día tenia que hacer varias cosas, entre ellas arreglar mi compu, y renovar mi extenso vestuario haciendo choping.

Mi primo Pol se había ido del departamento copiando casi a la perfección el mecanismo de nuestro ya mencionado Juancito de Barcelona. Me dejó encerrado en su departamento. Exacta misma situación, heladera vacía, alacenas saqueadas, ni copia de las llaves, ni indicios de algo comestible en todo el piso. Ambos apartamentos tienen una hermosa terraza ya que son el ultimo piso del edificio. No es la terraza del edificio, es una terraza privada que es parte de su propios departamento.


                                              
                                         Terraza de Pol en Madrid.


Yo además de no contar con ni mi cepillo de dientes, no tenia batería en mi celular, y no contaba con el numero de teléfono de Pol. Mis posibilidades de escape se estaban reduciendo y mi hambre crecía conforme pasaban los minutos. Ya eran las 10 de la mañana y además había quedado con un amigo a almorzar sobre las 13hs. Osea estaba encerrado e incomunicado. Fue entonces cuando pensé en las alternativas. Era una jugada un poco arriesgada, salí a la terraza e intente pasar a la terraza vecina que parecía sin movimiento ni vida.  Mi cuerpo estaba del otro lado de la baranda y yo logré llegar hasta la ventana mas cercana y golpeé pero no hubo respuestas. Y tampoco insistí demasiado, ya que debo admitir que estaba un poco cagado por la altura.



           
Primer intento, con el vecino...

Vuelvo a entrar en el living y mi cabeza no paraba de pensar. Tengo un plan, encontrar el numero de teléfono de Pol. Entonces empecé por abrir todos los cajones de las mesitas de luz, de los roperos, de los placares. Nada. Abrí su guardarropa donde tiene sus trajes y empece a buscar en los bolsillos de los sacos alguna tarjeta personal. Nada. Luego fui a por carpetas en busca de facturas de luz, o cartas del banco, o algún documento donde figurará su teléfono. Y de repente, pum!! Una boleta de Orange, compañía de telefonía celular.  Ahora había que buscar como comunicarme con Pol ya que su teléfono de línea no funcionaba. Volví a salir a la terraza y busque ayuda. En el edificio de enfrente los pisos mas altos lo ocupaban oficinas, asÍ que intente llamar la atención de un tipo que estaba teniendo un estilo de reunión con otros 4. Se encontraba en el piso mas arriba del edifico pero en la ventana mas alejada. Tenían la ventana abierta y luego de chiflar, e intentar que alguno se fijara en mi, pensé en arrojarles algo pero luego supe que no era una muy buena idea.

                                               
                                     Segundo intento de llamar la atención.

Así que volví a sacar mi cuerpo casi por completo por arriba de la baranda y fue cuando llamé la atención del piso siguiente. Había 2 lineas de mesas con computadoras y teléfonos y unas 8 personas trabajando. Yo no paraba de agitar los brazos cual delantero de futbol pidiendo un pase gol. Había hecho contacto visual con uno de los oficinistas. Pero éste en vez de acudir a mí, levantó su cabeza y mirando a sus compañeros dijo algo que hizo que todos a la vez giraran la cabeza en dirección mía como si fuese un movimiento estudiado y en perfecta sincronización.  Por dentro mío, pensaba , ¨ey ey chavales mirad al pringao aquel en el terrado¨. Todos me miraban con cara de sorpresa y miedo a la vez.


               
                                     Oficinas donde logré hacer contacto visual.



Como les explico? Que les digo? Me escucharán? Los tenia que convencer, que me había quedado encerrado en lo de mi primo y si ellos lo podían llamar. Fue un poco raro, me llevo un tiempo y los mas divertido fue cuando por mímica le iba pasando uno por uno los números de teléfono con grito incluido. Entonces el simpático chico de camisa a cuadros vuelve a su escritorio y empieza a marcar el numero. A todo esto yo esperaba y observaba todo impaciente. La conversación duro menos de 30 segundos  y su lenguaje corporal no daba buenos indicios.  Luego se acercó a la ventana.

_me dijo que esta en una reunión, que lo llame luego!!_ me gritaba el chico.

Yo no lo podía creer, este hijo de puta me deja encerrado y me dice que ahora no puede que esta en una reunión. Con quien esta reunido? Con el presidente de España?  Yo cagandome de risa de la impotencia, le volví a insistir para que lo llame de nuevo y que le explique bien la situación. Ahora la charla telefónica ya se pasaba de larga. Era un ida y vueltas con risas por parte del oficinista  y yo seguía esperando. Luego de colgar el teléfono, mi héroe se acercó a la ventana de su edificio y se limito a gritar.

_ahora viene!!, ahora viene!!_ me dijo mientras se reía.

Le agradecí de corazón y la verdad pensé que lo iba a volver a molestar mas tarde.
Yo no estaba muy seguro del significado de las ultimas palabras que nos cruzamos por el espacio aéreo, pero me imaginé con la calma que tiene Pol que me iba a pasar unas lindas horitas mirando el techo. Para mi sorpresa luego de 5 minutos la puerta del departamento 814 de Rafael Herrera se abría como por arte de magia. Con una sonrisa casi reprimida había un hombre preguntando por mi. Mi primo Pol, había llamado al portero del edificio y luego de explicarle lo sucedido le pidió que fuera a mi rescate. 

Toda situación por mas mala que sea, puede darnos un aprendizaje. En cuanto mas lío nos metamos, mas aprendizajes y herramientas vamos a adquirir.  Del movimiento nacen ideas y soluciones. Hoy tenemos ante nosotros la posibilidad de hacer algo distinto con el tiempo. Nunca es tarde para empezar algo, para aprender algo, para ayudar , para ser alguien con una herramienta mas. Hoy la excusa de la excusa solo tiene un responsable.  

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