De Amores

Hace unos días, me vino a visitar el Amor. Charlamos, platicamos, discutimos con mucho respeto, compartimos visiones diferentes y lo pasamos genial.

Hacía casi unos 3 años que no nos veíamos y debo confesar que la vida se hace mucho mas fácil y hermosa cuando el amor esta cerca. No me voy a poner meloso ni mucho menos, es que esta visita me hizo reforzar unos pensamientos antiguos y me hizo (todavía) reflexionar sobre nuevos asuntos.

Conocí por primera vez el amor cuando tenia unos 19 años. Por ese entonces mi abuelo tenia que ser intervenido quirúrgicamente y minutos mas tarde de la larga operación, estábamos con mi abuela a punto de entrar a saludarlo.

Creo que nunca en m vida había notado tanto dolor y sufrimiento en la cara de un ser humano. Mi abuelo notó enseguida la presencia de nosotros en la habitación. Casi podía abrir los ojos. Su mano, estirando los dedos, buscaba casi con desespero la mano de mi abuela. Fue en ese preciso momento cuando percibí una energía y una conexión increíble. Apenas sus arrugadas pieles se tocaron mi abuelo recobró la expresión aspirando de una bocanada todo el aire de la sala. Fue realmente emocionante y lindo para mi. Con ese gesto comprendí que yo de amor no entendía nada.

Celos, discusiones pelotudas, escenas ridículas, enojos sin sentido y muchas razones más, hacen que las parejas de hoy se replanteen su continuidad. Cada vez somos menos tolerantes a todo. Diez minutos de retraso a una reunión o un producto no comprado (olvidado) en el supermercado pueden suponer un sinfín de puteadas sin respeto alguno. Nos olvidamos de nuestros proyectos solo por poner nuestro orgullo por delante. No se trata de solucionar el problema, se trata de ver quien tiene razón, quien la tiene mas grande y el resultado muchas veces termina siendo el portazo, ya sea momentáneo o mas bien prolongado. Luego sucede que nos aburrimos de estar bien y buscamos problemas nosotros mismos. Como que hay gente que le gusta discutir, como que disfrutan de la tensión y ese mal momento.

Me acuerdo de una charla que tuve con mi viejo sentados en un bar en Mar del Plata, en la misma playa que, durante mas de 40 años, fue y es escenario del verano de mis papis. Para ubicarlos bien. Milanesa con ensalada mixta (o mista), una Paso de los toros pomelo, una Pepsi (o Pesi) de vidrio y unas infaltables rabas. Yo hacia casi nada que había dejado el amor en Barcelona y estaba recargando pilas con mi familia y amigos en Argentina. Entre tantas mujeres que caminaban cerca y entre tantos nuevos modelos de bikinis, nuestra conversación decantó en el amor. Se me vinieron miles de preguntas para hacerle a mi viejo ya que para mi él, es un gurú, pero de las cuales casi no quería ni respuestas. Muy raro, pero la primera me acuerdo que fue así.

_¨viejo, no entiendo pero no entiendo, y no quiero saber nada en cuanto a tu propia historia, como hace una persona para estar 50 años con la misma mujer y no querer mandarla a la mierda¨_ le cuestionaba retóricamente mientras ambos mirábamos alucinados a una promotora de no se qué bebida veraniega

_¨ademas viejo, las minas están cada vez mas buenas y no se comen ni media..¨_

_¨ahh, nadie dijo que es fácil. Es una cosa diaria. Y claro que mas de una vez querés mandarla a lavar los platos, pero tenés que ver siempre la balanza¨_ me explicaba Pato.

Yo le contaba qué cosas me habían producido irritación en mi ex pareja y qué cosas no toleraba para saber si por lo menos hablábamos el mismo idioma.

_¨romper las bolas, todas las minas rompen las bolas, es su esencia. No vas a encontrar una que no te las rompa. El tema es como lo manejas, como te repercute. Seguramente que también te da muchísimas cosas buenas¨_

_¨...pero mira que lo hable mil veces y le pedí que cambie eso, porque me jodía mucho y siempre lo mismo... ¨_ le decía un poco enojado.

_¨jaja, pero vos no podes pedirle que ella cambie, que derecho tenés? Ella es así por un millón de razones, una historia personal, una familia. Te gusta o no? Te gusta todo el paquete o sino nada. Claro que pueden discutir sobre muchas cosas y llegar a ponerse de acuerdo, pero sobre la personalidad, es muy difícil¨_ me aclaró Bucay finalizando la charla sobre mujeres.

La charla duró unos minutos mas y fue tan gratificante y deliciosa como las rabas. Por suerte mis ideas estaban un poco mas claras.

Creo que la palabra AMOR hoy en día esta devaluada y desvalorada. Este concepto está mas asociado a la conexión intensa entre dos personas. Cuanto mas tensión, excitación y aceleración, se cree que el amor es mas profundo. Todo lo contrario a la vieja escuela o al verdadero amor. Es verdad que el rol de la mujer ha cambiado notablemente los últimos 50 años. Antes la mujer era una compañera leal y pocas veces se salía de su guión de madre y ama de casa jornada completa. Hoy en día las mujeres tienen iguales objetivos y sus horizontes rara vez se encuentran dentro de 4 paredes. Son cada vez mas ambiciosas y persiguen sus sueños con una fuerza envidiable. Los hogares de hoy tienen que luchar con dos personalidades igual de fuertes (yo diría que la mujer un poco mas) y la negociación es casi constante. Sin embargo; tolerancia, respeto, compañía y paciencia son adjetivos que hoy en día no percibimos muy seguido en las parejas jóvenes. No empecinamos en discutir y perdemos el hilo. Para que discutimos?, para saber quien estuvo mal o quien tiene razón? Una amiga una vez me dijo ¨siempre que discutas, tené en claro qué querés con tu pareja. Así la discusión cambia de foco. Si discutís para arreglar las cosas o si discutís por orgullo.¨ Me sirvió mucho, ya que en cada discusión o pelea que tuve, siempre puse por delante mi deseo de solucionar las cosas y seguir con mi pareja. Entonces el tono de la charla baja un nivel y el respeto se hace presente. Mucho tenemos por aprender en este campo que sin duda, es para mi, el mas interesante y el que me hace vivir a pleno.

Para todo aquellos que no tuvieron la suerte de conocer este estado tan maravilloso, me queda repetirles algo que me dijo mi viejo, también en un momento de dudas ¨ no desesperes, que llega cuando menos lo esperás...¨

Y a los que conviven con él (no con mi viejo, sino con el amor) disfruten cada día de esa bendición, abracen a su pareja cada mañana, recuerden que cosas los unen, sean tolerantes en los momentos mas pesados, respeten con amor sus decisiones y sean compañeros en la buenas y en las malas. Y paciencia...

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