Memorias de una piel

Cuánto tiempo puede uno estar pegado a la piel del cuello de la persona que te vuelve loco? 

O cuántas veces podés acariciarle la cintura y viajar por su espalda sintiendo cada vez más intensidad?

Por qué hay cuerpos que simplemente no pueden despegarse? 

Cómo puede cambiar la atmósfera de una habitación solo con la presencia de esa personita? 

Cuánto tarda un cuerpo en olvidar al otro? 

Por qué nuestros dedos se reconocen entre miles de pieles, texturas, que nos hacen volver irracionales? 

Que tipo de fenómeno se produce? 

O cómo se explica eso de no querer otra cosa que tocar esa piel? 

Acaso importa el pasado, o el futuro, o la distancia? 

Cuántas horas pueden estar esos labios excitando los míos? 

Como diferenciar el amor, del deseo, de la pasión, de la obsesión, de las ganas? 

Cuantos diálogos en silencio pueden ocultar dos cuerpos enlazados? 

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Abrazos:

Hoy me levanté y mientras desayunaba, ordenaba un poco casa, escuchaba radio por internet y boludeaba un buen rato, me invadió una extraña sensación de necesidad. En esos días donde necesitas un empujoncito para arrancar, un mimo, una sonrisa, y me puse a pensar en la importancia de los abrazos. O al menos a la importancia que le damos los Argentinos a los abrazos. Somos un pueblo abrazero y me doy cuenta que me gusta esa practicidad nuestra. Hay días que me dan ganas de abrazar y otros en los que necesito de un buen abrazo para poder encarar mi día con mas ganas. Pueden durar apenas tres segundos con dos palmadas y punto, pero qué bien que saben. Para mi el abrazo es algo muy especial, una conexión increíble. Hay millones de abrazos y cada uno es realmente extraño porque producen sensaciones diferentes.

De Amores

Hace unos días, me vino a visitar el Amor. Charlamos, platicamos, discutimos con mucho respeto, compartimos visiones diferentes y lo pasamos genial.

Hacía casi unos 3 años que no nos veíamos y debo confesar que la vida se hace mucho mas fácil y hermosa cuando el amor esta cerca. No me voy a poner meloso ni mucho menos, es que esta visita me hizo reforzar unos pensamientos antiguos y me hizo (todavía) reflexionar sobre nuevos asuntos.

Amor de Verano

Hace días que tengo pensamientos y recuerdos sobre un lugar en especial. Una porción, un barrio, unas manzanas de una gran ciudad. Debe ser seguramente la época del año y sobretodo los comentarios y fotos que me llegan de dicho lugar. Soy un enamorado de Mar del Plata y debo admitir que solo conozco un 20 % de la ciudad. Nací en enero y a los pocos días mi viejos ya estaban instalados en La Feliz. No es que me apasionen las playas del centro, o el tráfico de la Avenida Colón, o la cantidad de gente que camina por la orilla, lo que me vuelve completamente feliz es la casa donde veranee toda mi vida y que mis abuelos compraron cuando mi mama tenia 13 años.

Por las Noches:

Mañana célebre. Mañana diferente al resto. Mañana de esas contadas con los dedos de la mano. Hoy logré dormir 7 horas sin despertarme ni levantarme una sola vez de la cama. Además en cuanto apoyé la cabeza en la almohada me quedé dormido al instante. Me sucede esto unas 5, 6, 7, máximo 8 noches al año. Si, al año. Que placer extraño, extraño pero hermoso a la vez...

Realidades Paralelas

Hacia unos seis meses que no visitaba a mis otros yo. Me gustaría decir que soy responsable de dichos viajes pero se presentan casi por sorpresa y esporádicamente. También debo admitir que no he hablado de estos vuelos con nadie pero hoy cuando me levanté sentí la necesidad de dejarlo por escrito.

Ansiedad

Esa loca manía que tenemos los humanos en ponernos mal cuando tenemos un día raro. Buscamos comprender el porqué de mis pocas ganas para hacer las cosas, porqué hoy tengo que recordar a mi ex con melancolía, porqué la música de siempre no me hace bailar, porqué hoy no me agrado como ayer y millones de preguntas que vienen a mi cabeza. Esa absurda idea de pensar que la vida no tiene sentido. Nos enredamos sin falta de nadie ni de nada. Nuestra mente empieza a generar dudas, y saca afuera nuestros miedos transformados en nervios, malas reacciones, deducciones erróneas. Días que la sensibilidad es tan alta que simplemente el aroma de una fragancia familiar nos hace poner la piel de gallina, o una canción nos hace transportar años atrás a una situación memorable. Noches de lágrimas sin ningún destino. Pensamientos que dan vueltas y vueltas volviendo siempre al mismo punto de partida. No hace falta cerrar los ojos para volar, mi cabeza es una licuadora.

La Triple

Me siento transpirado, agitado, mi tiempo se esta acabando. Rodeado de sombras intento poder ver al otro lado de la calle, pero la llovizna me dificulta la tarea. Busco con mi mirada encontrar algún indicio que aclare por donde seguir. Con miedo avanzo sobre una calle en la cual estuve unas horas antes y comienzan a aparecer personajes que me tranquilizan. Gente que en mi vida había visto, pero de la cual tengo mucha información. Al instante, el lugar donde estoy se transforma. Ahora es una avenida, es de día y estoy desesperado por comprar un jugo de pera en cartón. Misma vestimenta, despierto por completo, recorro los bares que tengo a mi encuentro. Me ofrecen todo tipo de jugos, en botellita, de manzana, naranja, hasta melocotón, pero la pera no aparece.

Desgracia = Gracia

Hoy me levanté con un recuerdo que tenía casi olvidado, con toda la situación y sensaciones de ese momento preciso. Era evidente para mí porqué lo había tenido guardado tan abajo en mi inconsciente. Pero luego en un intento de entender y analizar ese recuerdo escondido, comprendí que ese hecho fue fundamental en mi manera de actuar y pensar actuales.