De Putas y de Peluqueros:

La idea de hoy es hacer un paralelismo entre dos profesiones, sus respectivos ámbitos de trabajo y la necesidad que nace en nosotros por acudir a ellos. No es que haya elegido al azahar estas profesiones sino que casualmente cumplen con una misma base empírica. ¨Por mas que sean especialistas en su campo, prefiero utilizar mis propios medios para cubrir y saciar esa necesidad¨

Diciembre:

Primeros días de Diciembre y no puedo pensar en nada. Solo quiero estar en la ciudad donde nací. Me pasa todos los años desde que me fui a vivir lejos. Es un mes del año en que la gente esta contenta. Hay como una buena ansiedad por que termine el año, y con este el ciclo escolar, laboral y para muchos una oportunidad para comenzar desde cero. Ademas en Buenos Aires en esa época la gente suele estar muy predispuesta. No recuerdo un solo Diciembre aburrido o con malos recuerdos.

Pequeños detalles:

Hoy después de unos lindos meses de vacaciones y relax constante, he vuelto a escribir. Es increíble la cantidad de situaciones hermosas que me tocaron vivir en estos meses de ausencia, pero sobre lo que quiero escribir hoy, es sobre los pequeños detalles. Estuve de visita en Buenos Aires mas o menos 2 meses y uno se da cuenta que hay cosas de la vida diaria que son esenciales y placenteras, una vez que éstas ya no están. No es que estos elementos o actitudes desaparezcan, sino que soy yo el que emigra hacia otro lugar donde prácticamente estos detalles casi no existen.

Pool

Hay cosas que uno hace, dice, transmite casi de forma automática, pero sin pensar en realidad su verdadero significado o resultado. Actitudes que de grande uno repite inconcientemente, y que no tienen sentido alguno. En mi casa, como creo que en muchísimas, cuando la botella de coca-cola quedaba por la mitad le poníamos una cucharita para que no se le escape el gas. Antes las botellas de gaseosas tenían chapitas, y era todo un clásico usar de tapón una cuchara pequeña. Creo que no hay padre en esta tierra que me sepa explicar este fenómeno. Tampoco lo pedí en su momento, y menos me interesa ahora. Lo cómico es que esta tradición incomprensible viene de antes y se repite y se pasa de generación en generación. El tema es que muchas de estas cabalas no tienen explicación.

Cuenta regresiva

Hoy cuando me levanté de la cama me di cuenta que mi reloj interno ya tenía nueva fecha de caducidad. Luego me puse a pensar y enseguida vislumbré un mecanismo que hago desde que tengo memoria, casi sistemática e inconscientemente. Lo interesante es que observando a mi alrededor este mecanismo es natural en todos nosotros, para algunos con mas obsesión y ansiedad que otros pero el caso es que todos pero todos tenemos presente a diario el uso interno de la ¨cuenta regresiva¨(CR). Este fenómeno se entiende por el tiempo que existe entre un acontecimiento, futuro o pasado, y nuestro presente. Prestemos atención, el tiempo puede estar medido, en minutos, horas, días, meses y años. Lo interesante es como esos tiempos y los tipos de acontecimientos generan en nosotros diferentes y increíbles sensaciones.

En mi caso estas cuentas regresivas (CCRR) son pequeños motivadores.

Estamos acostumbrados a correr y tener un cronometro en la cabeza. Todo lo medimos en tiempo y nos movemos diariamente observando un reloj, por eso estamos acostumbrados a pasar de una CR a otra.

Hermano Menor

Un pijama celeste con puños azules y dos figasitas fue todo lo que metí en una bolsa blanca de Coto el día que decidí irme de casa. Tenía unos 6 años y mis hermanos, mayores por cierto, se pasaban el día haciendome bromas de todo tipo. Pero yo había llegado a mi fin y luego de varios meses escuchando que yo era adoptado opté por emigrar. Simplemente abrí la puerta de calle y me fui. Paré al primer taxi, me subí y le dije _¨a Bariloche¨. Antes de cerrar la puerta del auto sentí una mano y mi vieja de un tirón me sacó del asiento trasero y me metió de vuelta en casa.

En tus ojos

Creo que en cada acto, en cada momento, cada situación, en cada reacción, tanto propia como no, hay una enseñanza. Claro que depende de la atención, la percepción y la sensibilidad de cada uno para poder obtener un aprendizaje.

Es verdad que cuando nos mandamos una linda cagada, aprendemos o lo registramos para que no nos vuelva a suceder. Por ejemplo cuando dejamos el auto estacionado en un lugar dudoso o casi prohibido y por consecuencia la grúa te lo lleva, decís ¨nunca mas lo estaciono mal¨. También se aprende mucho mucho de los errores ajenos y yo lo que mas valoro es aprender de buenas actitudes y buenos gestos. Con solo detenerte en una esquina transitada a observar conductas, te das cuenta que cada 5 segundos hay una situación en la que se ve claramente un gesto o actitud a tener en cuenta.

Incertidumbre

Hace unos días me di cuenta con mucha claridad un aspecto de mi personalidad. No hay que ser un genio ni un visionario para saber algunas conductas o mecanismos propios. Pero la semana pasada escribiendo Trabajos.es empecé a relacionar actitudes mías y formas de reaccionar frente a situaciones con alto índice de incertidumbre que me pasaron durante mi vida. Este aspecto del que hablo se trata de gozar con aquello que todavía es imposible prever. Para ser más claro, me encanta, disfruto mucho no saber lo que va a venir. Más claro aun, quedarme sin trabajo o no tener dinero para pagar mi próximo alquiler genera en mí una especie de alegría. Alegría no por tener una deuda o por pasar al bando de los vagos silloneros, sino alegría o entusiasmo por tener un reto emocionante y poder salir de esa situación. Suena un poco desquiciado, pero es verdad. Toda mi vida viví el día a día sin planificar a largo plazo. Amo la incertidumbre en todos sus aspectos. Desde los trabajos temporales, que no sabes lo que te vas a encontrar, hasta la ruptura de un noviazgo con convivencia de 5 años. Si bien son malas noticias, lo suficiente para que la cabeza genere millones de preguntas, yo por dentro siento una adrenalina que me hace sentir vivo.

Hoy se disfruta

Hace unos días que se fue un amigo que estuvo de visita en casa. Mauro ¨Mamo¨ Kaseiri es un amigo que conozco hace mas de 10 años ya que su familia era la dueña del kiosco que estaba pegado al colegio donde yo iba con todos mis amigos. Ese kiosco y el metegol pasaron a ser parte importantísima de mi juventud. Nos juntábamos casi todas las tardes a vaguear y a romper los huevos. Así empezó nuestra amistad con Mariano, que durante esos años se encargaba de atender. Después como con muchos de nuestros amigos sus hermanos también entraban rápidamente en nuestro grupo de personas adorables.

El frío

Hoy me desperté con nieve cayendo por todos lados. El paisaje todo pintado de blanco y los copitos lentamente descendiendo en una danza sin coreografía. Cuando salí de debajo de la frazada supe que una vez mas el frio me había venido a visitar. Mi relación con el Frío no es buena. No somos ni amigos, ni amantes, ni familiares. Para mí el Frío es el enemigo, odio el Frío y todo lo relacionado. No lo entiendo, no me gusta, creo que no sirve para nada y desde el día que viene de visita estoy esperando, casi contando los días, que se vaya y sin avisar.

Cumpleaños, feliz...

Durante el año uno va sufriendo o viviendo cambios de humor que están relacionados con fechas particulares. Estos cambios son totalmente personales. La época de las fiestas a mi me agarra unas ganas exageradas de estar con mi familia y pasar comidas y momentos con ellos. Son unas semanas que estoy mas sensible que lo habitual. Luego cuando termina el frio y ya esta oficialmente vetado el uso de camperas, bufandas, o pantalones gruesos, es un momento donde mi actividad mental aumenta y mis horas están lejos de mi casa. Años antes me ponía muy contento y ansioso con la llegada del cumple y aniversario de mi novia. Me gusta preparar esos días y hacer sentir especial a mi pareja.