Abrazos:

Hoy me levanté y mientras desayunaba, ordenaba un poco casa, escuchaba radio por internet y boludeaba un buen rato, me invadió una extraña sensación de necesidad. En esos días donde necesitas un empujoncito para arrancar, un mimo, una sonrisa, y me puse a pensar en la importancia de los abrazos. O al menos a la importancia que le damos los Argentinos a los abrazos. Somos un pueblo abrazero y me doy cuenta que me gusta esa practicidad nuestra. Hay días que me dan ganas de abrazar y otros en los que necesito de un buen abrazo para poder encarar mi día con mas ganas. Pueden durar apenas tres segundos con dos palmadas y punto, pero qué bien que saben. Para mi el abrazo es algo muy especial, una conexión increíble. Hay millones de abrazos y cada uno es realmente extraño porque producen sensaciones diferentes.

El abrazo de familia: El abrazo con una madre es diferente al de un padre, no mas lindo o mas cariñoso, es diferente y difícil de explicar. Cómo un acto silencioso y pacifico puede transmitir tanta energía. Lo mismo sucede con tus hermanos o primos, en mi caso mayoría hombres. Como casi sin decirnos nada y apenas respirando nuestros cerebros viajan en un mismo espiral sanguíneo.

Abrazo de amor: Cuando abrazas a la persona que amás, y sentís que la panza te explota de cosquillas y el corazón te late a mil, es una de las sensaciones mas hermosas. Podes estar horas sintiendo el calor de su pecho contra el tuyo y en ese momento no hay nada en el mundo que te pueda hacer mas feliz.

Abrazo amigo: Para mi uno de los abrazos mas recíprocos y lindos sucede entre amigos. Puede sonar un poco gay, pero mi grupo de amigos siempre fue de demostrar afectos ya sea con palabras y también con muchos abrazos. Me acuerdo de un abrazo en particular que me marcó para siempre. Eramos apenas unos chiquilines terminando el secundario, cuando les comenté a mis amigos que no podía ir al viaje de egresados. Yo me quería matar y estaba muy triste por eso, pero le pusimos la mejor cara y entre charlas terminamos una agridulce noche de poker. Ya en la parada del 41, y con el amanecer que amagaba, fui testigo de un pequeñito gran abrazo, seguido de una memorable frase.

_vos sabes como te quiero?!_ me decía Juan Ignacio Vazquez mientras me daba una palmadita en el pecho. Ese abrazo me hizo sentir muy querido y apoyado, en un momento donde lo necesitaba mucho. Por suerte, luego de 15 años las cosas no cambiaron ni un poco. Mismo abrazo, misma frase.

Abrazo de ayuda: Si bien un abrazo esta compuesto de dos partes, muchas veces solo basta una de las partes. Quiero decir, que en momentos de grandes tristezas o situaciones demasiado feas, en el cual uno ni siquiera tiene fuerzas para estar de pie, solo basta con el abrazo de un amigo o un ser querido para sentirnos realmente mejor. Sentir una mano en el hombro en el momento indicado, puede ser nuestro cable a tierra. En situaciones donde la ansiedad y la locura mental se apoderan del cerebro, el calor de un brazo amigo es algo realmente impagable. Un abrazo de comprensión, de apoyo, de fuerza.

Luego están los abrazos cuando dos o mas cuerpos totalmente excitados y en la misma frecuencia celebran exactamente lo mismo. Un gol en un mundial, cumpleaños, nacimiento de un hijo, borrachos en un casamiento,etc.

También están los abrazo de despedidas y bienvenidas que son siempre emotivos al limite. No pueden faltar las lagrimas tanto sea de felicidad como de tristeza por la larga ausencia.Los de despedida son los que mas odio. Trato siempre que ese momento dure poco, y que sea lo menos triste para todos. No me gusta quedarme en la estación de tren o en el aeropuerto llorando todos juntos esperando el horario de salida. Es innecesario. Lo contrario ocurre con los abrazos de bienvenidas, que son los que mas ansiosos me ponen. Lo voy saboreando días antes y cuando por fin ocurren, siento que ya mi regreso, valió la pena.

Ultimamente hay unos abrazos que me parten el cerebro. Tengo cinco sobrinos que son una cosa de otro planeta. Cariñosos y dulces por demás. Siempre me gustaron los pendejos pero desde que llegaron mis sobrinos mi producción de baba aumentó considerablemente. Ese esfuerzo que hacen por abrazarte, la carita de fuerza que ponen, esas manitos tocandote la cara, la inmensa alegría inocente que te transmiten, el suspiro después de la hazaña. Ni me puedo imaginar lo que siente un padre o una madre con un abrazo como esos. Debe ser una inyección de felicidad y amor ilimitado. No lo sé...Para eso, me parece que todavía falta un buen rato...


       
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